No mas presión, por favor -libre-

Esa mañana había recibido una petición por parte del jefe principal de los vongolas, al principio no le había interesado hacer ese recado por parte de aquella familia, que cada vez parecía que le estaban tomando mucha confianza al rubio, pero luego escucho que debía ir en búsqueda del I cavallone y darle un mensaje, cosa que le intereso y tomo la misión que le otorgavan los vongola.

Al llegar al hogar de los caballones se adentró al lugar buscando al jefe de estos, pero sus hombres parecían no saber en dónde se encontraban y parecían estar algo frenéticos ante la desaparición de su jefe. Suspiro fuertemente mientras parecía enojarse a cada rato, desperdiciar su tiempo para ir a buscar a un jefe que ni sus subordinados sabían en donde estaban.

Salió del aquel lugar y comenzó a caminar con las manos en los bolsillos, mientras iba caminando hacia el pequeño bosque que esta familia adinerada poseía, por algún motivo presentía que el cavallone estaría allí haciendo de las suyas o dentro de un pozo profundo, cosa que no le impresionaría nada. Siguió caminando como si nada con una expresión un tanto relajada, sintió el ruido de una rama caerse cerca de una posición un tanto cerca de él, por algún motivo su instinto le dijo que siguiera aquel ruido. Y una sonrisa ladina se apodero de su rostro al encontrar al cavallone en esa posición tan rara que había caído, no hizo ningún ruido y se acercó a él, borrando su sonrisa y poniendo un gesto vastante seria.

-Valla si tienes tanto tiempo como para andar besando el suelo como siempre, podrías encargarte más de tus deveres como jefe de los caballones…

Dijo algo serio mientras se colocaba delante del peli-oscuro de pies y con los brazos cruzado mientras lo quedaba mirando de manera indiferente desde arriba.

Cruzo sus brazos quedando mirando al cavallone de manera indiferente, no hizo ningún mínimo movimiento para ayudarlo a levantarse del suelo y para limpiar su ropa. Examino el estado de su ropa, aun no podía entender como una sola persona podía causarse todo el daño a sí mismo.

-jum… creo que eso nunca será posible…

Pronuncio a causa del comentario de cavallone mientras se acercaba a uno de los tantos árboles del lugar y apoyaba todo su cuerpo allí, llevo su mano derecha hacia su boca cubriendo su gran bostezo, aún estaba cansado y no tenía muchas ganas de permanecer en aquel lugar junto al boss.
Cruzó sus brazos y miro el cielo por unos minutos, cerrando los ojos, por algún motivo pensaba que ese sería más problemático de lo que pensaba y además el más largo, y como no pensarlo cuando tienes a alguien tan peligroso a su lado. Miró la ropa del cavallone toda rasgada y sucia, alzó la ceja como un tanto sorprendido, mientras sacaba la cuenta de cuantos trajes en el día era capaz de comprarse aquel hombre.

-Vine a entregarte un pedido por parte de primo, pero lo deje en tu mansión en manos de uno de tus subordinados…y como no te vi por la mansión pensé que sería bueno revisar si aún andabas vivo.

Se despegó del árbol y coloco sus manos al lado como si nada, y comenzó a caminar tranquilamente por al lado de peli-oscuro. Hasta que un momento se frenó, dio vuelta su rostro y lo quedo observando con una mirada afilada.

-Pero como veo que no esas muerto ya me puedo retirar…que decepción.

Quedo mirando al cavallone debido a su comentario, algunas veces pensaba que el mismo era masoquista o muy desesperado por morir debido a sus comentarios que por ahí le llegaban a costar la vida. Cerró los ojos y miro de lado mientras cruzaba sus brazos.

-Jum…no me hagas reír, si te mueres abra todo un escándalo y primo estaría muy triste por ti, y lo más que seguro me echarían la culpa por tu muerte…y eso de verdad sería muy molesto.

Abrió los ojos con algo de pesadez estaba algo adormilado y quera llegar rápido a un hotel para dormir, pero la petición del cavallone le sonó un tanto tedioso, pero primo le había dicho que cumpliera en cualquier capricho peli oscuro tuviera para asegurar más la amistad de los cavallone y los vongola. Dio un suspiro mientras metía una de sus manos dentro del bolsillo, sacando un reloj de bolsillo y mirando la hora.

-Está bien creo que pasar un rato contigo no me ara daño.

Miro al cavallone con la mirada entre cerrada y luego se dio la vuelta de nuevo dándole la espalda y comenzando a caminar hacia la mansión del otro.

Al llegar a la mansión de vuelta, observo con determinación como todos los setos del cavallone se alegraban por su llegada devuelta a la mansión, algunos se acercaban para saberlo lo ocurrido pero simplemente al ver que el otro los esquivaba hizo lo mismo. Se cruzó de brazos y largo un gran suspiro al ver como la mano derecha del peli oscuro cargaba un montón de papeles y el otro los esquivaba también, simplemente se alegraba de no formar parte de esa familia ya que si fuera por el ataba al otro a la silla y no lo dejaba irse hasta que terminara.

Se acercó a uno de los ventanales de la mansión y quedo mirando la vista de la mansión desde allí, se apoyó sobre la pared y entrecerró la mirada sintiendo el poco de aire fresco que corría por las ventanas. Quedo miran algunos de los hombres de la mansión iban de aquí para allá, mas alborotados que la vez anterior cuando llego, tomo de nuevo su reloj y miro la hora, el otro se estaba demorando demasiado aun.

“¿Por que demora tanto?, ¿acaso se está maquillando? (¿)”

Sin poder aguantar un rato más al cavallone prefirio subir las escaleras eh ir por él a su habitación, sin escuchar a lo que decian los hombres del cavallone.

Miro y escucho como todos los hombres de Ivan trataban de detenerle el paso, en un momento pensó en sacar las esposas para hacerlos callar a todos de una vez, pero recordó que si llagaba a matar a alguien de los cavallones se armaría un revuelo. Miro de manera asesina a los demás hombres que algunos le sacan como 3 o 5 cabezas de altura no le importaba que tan altos fueran o los fuertes que sean, si no le dejaban pasar estaba seguro de que los mataría a todos; escucho la voz del peli oscuro y vio como los demás le daban el paso, parecían perros bien entrenados siguiendo órdenes del cavallone.

Se acercó a la habitación del contrario y se quedo apenas en la parte de la puerta, vio que el cavallone aún no se había terminado de cambiar sus ropas, por algún motivo sintió ganas de golpearlo por dejar la puerta abierta estando medio desnudo aun, trato de calmarse; se apoyó sobre el marco de la puerta y con los ojos cerrados mirando hacia otro lugar.

-No me interesa, puedo esperar por el té aun… será mejor que te coloques la ropa rápido lo único que faltaría es que te resfríes en este momento…

Dijo con un tono de ironía aquellas palabras mientras seguía apoyado en el marco de la puerta, esperando a escuchar que el cavallone ya terminándose de cambiar y sintiendo un poco tibio su rostro, ya quería irse de ese lugar de una vez. Sin entender el por qué se quería marchar del lugar, bufo un poco, y frunció el ceño. Estaba decidido para la próxima vendría primo.

Estaba seguro de algo, y eso era de que alguien ivan a salir muerto de aquella habitación y ese alguien no sería él. Sintió aquel tirón que lo atrajo hacia el interior del cuarto del otro, no supo el porqué de ese movimiento pero se la pagaría muy caro por haberlo entrarlo de esa manera. Sonrió de manera ladina mientras entrecerraba la mirada observando de pies a cabeza al cavallone. Se acercó hacia él casi invadiendo el espacio personal de ambos, y susurro al oído del moreno.

-Jum acaso eres masoquista cavallone?... esperare a que termines…

Y sin decir nada más se aleja unos pasos del cavallone y se sienta en el otro extremo de la cama en frente de la ropa del mayor, no pensaba en vestirlo ni tampoco observar como lo hacía, entre cerro la mirada por unos momentos, pero al ratito la cerro, respiro profundamente sintiendo los olores de la habitación, el perfume de las suaves sabanas, el olor de los muebles y sin poder evitarlos también el perfume del cavaballone quien no estaba tan lejos de él por su desgracia.

Comenzó a mover un poco su pie debido a la inquietud que tenía por dentro, por unos momentos siguió con los ojos pensando y reflexionando de porque aún no había matado a golpes al cavallone y lo más aun importante pregunta, ¿por qué se había quedado hay, justamente dentro del cuarto del pelinegro?. Fuera cual fuera la respuesta aun no la entendía, se dejó atrapar por el aroma de la habitación y por su paz un poco inquietante por unos par de segundos hasta que el cavallone abrió la boca por segunda vez.

-Lo prefiero solo…

Respondió rápidamente a la pregunta del otro, tenía hambre, pero no quería a arriesgarse a comer nada de esa mansión por las dudas (xD). Escucho los pasos alejarse del otro y aprovecho a abrir los ojos y recostarse un poco sobre esa cama, no esperaba la hora de poder llegar al hotel, tomar una ducha y quedarse dormido en las suaves sabanas de aquel comercio. Se dio la vuelta en la cama del otro y miro la puerta del baño esperando al que el cavallone aún no saliera, no se notaba pero de verdad le gustaba estar allí, sin tener que estar sin esos molestos guardianes detrás suyo, junto con su supuesto “jefe” mandándolo de un lado para él otro, toda una molestia en el trasero para el rubio. Quedo tendido en la cama boca abajo ahogándose en el olor de ellas, que era muy parecido a los perfumes que usaba el pelioscuro, dio una rápida vuelta, quedando boca arriba y sentado en la cama cuando noto al cavallone.

-Por mi está bien… pero ya dije que no perdería más tiempo en este lugar que el necesario.

Pronuncio amenazante, mientras miraba a Ivan y daba un profundo bostezo el cual cubrió con su mano.

(Perdón la demora)