¿Desmayo? -Libre-

Hoy no quería saber nada ni de la vida misma.

Y es que era uno de esos días en los que por mucho que te intentases esmerar en hacer algo, lo que fuese y dejases de hacer nada no podías. El día y el cuerpo me llamaban a quedarme tal cual estaba, en la azotea, tumbado boca arriba y escuchando los gritos de los estúpidos alumnos que seguramente si algún día dejasen de gritar durante todo lo que duraban las clases entonces sería una señal inequívoca de que se acaba el mundo... ¿por qué demonios parece que toda la gente ruidosa de japón se concentró justamente en este puto colegio? Y yo que quería simplemente pasar de las clases y dormir, ¿no es tanto pedir no? vamos digo yo.

Vete tú a saber por qué de pronto los gritos se incrementaron casi parecía como que habían leido mis pensamientos y habían dicho "pues vamos a joder un rato más, total, que por gritos no sea"... como sea así juro que estos tíos sabrán el motivo por el cual me llaman Smoking Bomb Hayato. Y ya sin poder aguantar más y con mi boca rogándome por nicotina terminé por sentarme y sentir por primera vez en plena coronilla todo el calor que el sol estaba dispuesto a dar, ignorando ese detalle que seguramente luego al volver a tumbarme sufriría mi rostro, saqué mi cajetilla y de esta uno de estos preciados "palitos para fumar/matar" encendiéndolo con el mechero que había guardado previamente dentro.

Mientras hacía eso me preguntaba cosas como si realmente la llama de la última voluntad serviría para quemar cosas o en este caso encender un cigarrillo.. quizás luego debería experimentar eso, me ahorraría un montón en mecheros. Mientras me imaginaba todo aquello di un pequeño vistazo al patio ¿ah? ¿eso era por lo que gritaban? ¿porque el freak del baseball estaba medio muerto en el suelo? Si es que hoy en día hacen un mundo de nada....

Y aunque parezca de idiotas... bien que me costó recapitular y analizar la situación.

-Pero será imbécil -mascullé levantándome y tirando para la enfermería "si es que no pueden quedarse quietos, no, tienen que estar quedándose atontados y medio muertos para darle problemas al décimo" era lo que me repetía una y otra vez mentalmente para darle respuesta a aquella pequeña opresión en el pecho que comenzaba a sentir, llamada "preocupación" y que yo ignoraba cuanto podía. Seguí con mi andar rápido (que casi parecía que corría pero bueno) mas de repente terminé parándome antes de mi destino en unas máquinas expendedoras que habían en medio del pasillo, quizás le haría falta tomar algo de glucosa... y como lo atienda Shamal dudo que consiga recuperarse del todo. Así que directamente le saqué algo de bollería industrial y un té frío volviendo a retomar mi camino hacia la enfermería... maldición, este tío me las va a cobrar y bien caras.

Al llegar a la enfermería lo que ví era el cuerpo del tío este tumbado sobre la cama inconsciente, bueno, no esperaba encontrármelo de otra forma pero lo que sí tenía claro es que me iba a pasar un largo rato aburrido hasta que la bella durmiente despertase por lo que cogiendo una silla y posicionándola tras la cortina que separaba las camillas comencé a intentar lo del cigarrillo. Cuatro cigarros quemados por completo y uno victorioso después el freak se despertó.

Guardé mi ahora medio vacía cajetilla de cigarros y me levanté con lo recién comprado en las manos poniéndome frente al otro, parecía que si le daba una "palmada amistosa" en el hombro se iría de boca al suelo. Con un quejido molesto simplemente le tiré al colchón su "desayuno" -Joder, no puede haber un día tranquilo donde no pase nada ¿Verdad? Por cierto, me debes seiscientos yens -puntualicé arrastrando la silla hasta al lado de la camilla, no me la pensaba pasar de pié si podía estar tan ricamente sentado, eso seguro -¿Cómo cojones te hiciste eso? Nah, no me lo digas, déjame adivinar, corrías por el entrenamiento se cruzó una malvada pelota de baseball que te tiene manía en tu camino, la pisaste por no ver por donde ibas, patinaste y fuiste a darle un beso al suelo porque hoy estaba muy bonito, ¿me equivoco?

Y aquí venía mi debilidad. Obviamente estaba algo preocupado puesto que ver tumbado a alguien después de ser nockeado y encima ver como intentaba sentarse pues como que no me hacía mucha ilusión, sobretodo si sabía que si se reincorporaba demasiado rápido sería malo para su cabeza... En estos momentos odiaba a Shamal por lo que me había enseñado de primeros auxilios mientras me entrenaba... -Ah no, de gracias nada, yo quiero ver mi dinero cuando estés mejor -dije de forma borde, ya me había permitido el ser un tanto sentimental y cobardica al venir hacia aquí corriendo, no pensaba permitirme más que eso y ahora me tocaba volver a recuperar mi orgullo a como de lugar.

Escuché su historia con mueca desinteresada y casi hasta aburrida mas en verdad estaba poniéndole atención al asunto, si es que manda huevos macho, ¿acaso la gente ya no sabía decir "Agáchate" o "tírate al suelo" o es que esperan que tú seas adivino, que te salga un ojo en el cuello para que veas lo que pasa y que actúes cual superhéroe americano? -eso te pasa por meter a cualquiera en el equipo, que entra uno con manos de mantequilla y os jode a golpes a todos. Ya verás ya, para el próximo campeonato más de uno tendrá alzheimer mientras un tío cualquiera de tu equipo más patoso que un pato con dos piez izquierdos dice "perdón" -bufé, es que indignaba, no es como estar en un equipo de futbol que lo más que te pueden hacer es darte un par de patadas, que beses el suelo o que te zampes el balón a la de una, es un deporte con bates de madera y eso señores, duele.

-Acuéstate -ordené sin preámbulos al ver como se sentaba de pronto, me daba igual el silencio que se había formado en la sala, nunca habíamos hablado mucho entre nosotros por lo que estaba acostumbrado a eso, pero lo que no pensaba permitir es que por intentar forzarse acabase su cerebro confundiendo las articulaciones izquierdas con las derechas, que eso luego es un pastel a la hora de arreglarlo -no querrás luego tener al décimo preocu... -y ahí se quedaron mis palabras, sí, en el viento, porque su pregunta me descolocó más que lo que podría estar un piojo al verse en la cabeza de un calvo -n-no llevo mucho tiempo... ¿por qué? -viva la mentira, aunque tampoco era plan de decirle que llevaba como... casi ¿media hora? ¿menos? ¿más? Ni zorra, la cuestión es que no pensaba decirle que estaba a su lado desde que me había enterado de lo que le pasó -cosa que fue casi al instante creo recordar- eso sería echar por tierra todo el tiempo que me llevó el crear las riñas entre ambos y la lucha por ser la mano derecha, además de orgullo y amor propio, vamos, que ni en broma lo suelto.