Soy Masoquista y esto es una prueba de ello *Libre*

Acababa de llegar aquí después de haberme perdido tiempo atrás, puesto que aunque los Varia nos habíamos movido de sitio lo habíamos hecho cada uno a nuestra bola, y claro, como yo no me conozco Pokopen pues no me quedó de otra que ir preguntando todo el puto camino, ¿para qué? Para verme en Namimori, genial, A saber a qué distancia estaremos de la casa de los Hinata.

Total, que una vez fui a la sede, me duché y me vestí salí del lugar con mi caja y con mi anillo en la mano, se me hacía incomodísimo llevarlo pero si era por cuestiones de lucha pues ala, a apoquinar. Mi eterno cinturón me acompañaba en mi travesía en todo momento, si no en diagonal, esta vez en horizontal y colocado sobre mis pantalones de camuflaje y por debajo de mi camiseta negra, acompañadas por unas botas negras. Saqué mi cartera mientras caminaba por la calle, la verdad es que me había venido bien aquello de trabajar en cualquier cosilla que pillase, almenos tenía el bolsillo lleno aunque no sepa en qué gastarlo, pero en fin, más vale que sobre a que falte.

En ese momento vi por delante de mi, a mi izquierda un gimnasio, a decir verdad nunca entendí por qué los humanos usaban esos métodos tan anticuados para fortalecerse, no había nada como una sala de entrenamientos, una recreación de las peleas hechas en el pasado y una buena lucha contra un adversario dificil tenido anteriormente. Pasé de largo aquel gimnasio, no tenía necesidad de ello, si quería entrenar pues bien podría ir hasta donde la base y....

Ouh... es cierto, ya no estoy en casa de los Hinata... ya no... hay base ni entrenamientos ni... agh... odio ponerme sentimental. En fin, que para cortar todo rollo sentimentalista entré a aquel gimnasio algo abandonado de gente, quizás por la hora que era, y me dirigí a recepción, no sabía qué debía decir para que me metiese aquí cada día así que... En ese momento vi salir a alguien y más que en fijarme en quien era vi como tenía en sus manos una tarjetita blanca que ponía "Socio del gimnasio "X"" y su identificación. Sin andarme por las ramas fui hasta la recepcionista y me dirigí alto y claro hacia ella.

-Buenas tardes, me gustaría hacerme socio de aqui, por favor.